¡Hola! Mi nombre es Begoña.

Hace unos años comencé mi camino en el Tantra. Pero antes de poner un pie en la escuela, era una persona que vivía esclava de su propia mente. Seguro que al listar algunas de las cosas que me sucedían, no te parecerá nada ajeno: bruxismo, ansiedad, no ser merecedora de las cosas bonitas que me pasaban, me sentía incómoda con los halagos y un sinfín de cosas más.
Lo que me rescató de toda esta vorágine, fue la práctica continuada que me ofrecía esta vía espiritual y el uso de la medicina chamánica. La práctica me mantenía enfocada y con dirección, haciendo un trabajo energético constante; con la medicina, iba limpiando mi cuerpo de las densidades y , sobretodo, de los malentendidos que había acumulado durante varios años de mi existencia. Con ello, pude lograr cada vez más un estado expansivo en mi cuerpo y mayor felicidad.

Mediante el trabajo dedicado durante estos años, he recibido el regalo de tener una conexión profunda con la medicina del tabaco. Esto es: rapé, ambil y puro. Y, como me ha sido de tanta ayuda durante el recorrido de mi práctica, decidí que quería compartirlo con otras personas.
Como es una medicina segura (que no cómoda), se puede realizar perfectamente en tu casa mientras te acompaño durante la sesión con una videollamada. Pero si quieres, también se puede agendar una visita presencial.

Y, si además te apetece saborear esto del Tantra, también ofrezco clases. Teniendo una dirección, te será más fácil poder lidiar con la rueda de las energías y profundizar con la medicina.

¿Qué es lo que hace falta?
Hay tres ingredientes principales para realizar la vía:

Valentía

Ya que la necesitarás para pasar por determinamos procesos en los que tendrás que ir más allá de ti misma.

Compromiso

Pues si abandonas creyendo que lo has entendido todo, si crees que esto es un curso de un día, ya te lo adelanto: no sirve para nada.

Feminismo

Si no tienes las gafas moradas o no te interesa ponértelas, la via del despertar no es para ti.